Selección poesía, Reina Lissette Ramírez
El clan
Este es
mi clan, el de la oscuridad.
Oscuros
ojos, oscuro el techo.
Tarde o
temprano todo habrá de oscurecer.
A lo
lejos se nos desgasta el tiempo,
cada vez
más hondo y cada vez inquieto.
La
ciencia se me niebla entre mi oscuro credo:
saber que
voy a ir a otras tinieblas.
Ni
siquiera el cristal refleja estos demonios
siniestros
de mí misma,
así que
voy a tiendas, entre personas nuevas,
que
pasan, me interrogan sobre mi religión.
¿Por qué
mi alma está en el limbo
o en
manos de los asesinos
inquietos
manicomios
que
divulgan en la sangre sacrilegio,
niños
truncos en placentas, minúsculos salvajes?
También
yo fui muerta en útero:
mi
despojo está a mi diestra
culminando
en este ciclo de ángeles sin alas.
Y, más
allá, mi sombra,
mis manos
sobre noches licuadas en la luna,
o en su
brillo,
quemando
mis delirios en éxtasis profanos.
Aquí
estoy, replicada: soy la misma y viceversa.
Me
sostiene luz oscura y su soberbia.
En lo oscuro
del barrio las horas se dilatan
Rodeadas
de cuchillos, sombras, ámbitos siniestros.
Mi cabeza
está tirada en un balde con hielo.
Así son
mis recuerdos.
Tal vez
no es tan oscuro morir en un atraco.
Del libro
Círculo diurno (2006)
OJOS
GRANDES DE PANTALLA
Ojos grandes de pantalla los de María Vertte,
que cuela un café de película. Hoy, en la noticia del asesino tiroteado por
todos los costados publicaron en el periódico: “DIEZ BALAZOS CERTEROS, AÚN ASÍ
NO LE MATAN”.
Imágenes vistas por ella con
sus ojos de radio ochentero que miran los grises ojos de la tarde en que reza y
rinde tributo a la noche que sueña lo que soñamos, la tarde de primavera donde
conocimos a Vertte; quien cuela un café de punta. Ella es serena casi alcoba
dormida, de piel transparente pero no llega a rana, así que tose mucho si fuma
mentolados; en cambio, con el café se reanima y les da un color a sus ojos como
de lunas verdes y perdidas en el Sahara… ojos graves de planicies los de María
Vertte.
Del libro
Sorbos de café (2013)
Eva
I
No me importa
quién sea
el umbral
concuerda
su figura
deslizándose
sus manos
garfiadas
lo único
extraño es su corto apetito.
Pero si
vino a la fiesta será para saciarse
o porque
encontró el umbral
para
hundir sus garras en la espalda
caer
entre las costillas sonrojadas
volcando
palabras pecaminosas
invitando
a la mordida de la manzana
interpretando
mal el enunciado del letrero luminoso.
No me
quejaré del dolor,
su noble
presencia sobrepasa el tiempo
los
asesinos se fugan del corazón
el miedo
al lodo desaparece
pero el
deseo por los banqueros permanece.
Permanecerán
aún sus pensamientos
y
cicatrices a pesar de las catástrofes.
Ella casi
muere de tristeza
enmudeció
y su cuerpo tornó escarlata bajo la lluvia
y en a
espuma bordada de la mañana
gimió por
los perdidos alfileres,
por las
pieles de los leopardos
pero
quedó intacta
su mirada
todavía cautiva los gastados ojos de los pájaros.
Sé que
dos latidos no ocupan un cuerpo ensamblado
y las
luces le dan un tono amarillo a su rojo intenso
su sombra
la sostiene.
Pero tal
vez la arena perdura en su corazón,
tal vez
perdure su tierra.
Quién
como ella motivaría el agua los espejos.
Quisiera
entender.
No
recurrir a la ausencia,
no
recordar quién es
ojalá
pueda ser el mismo umbral
la misma
fiera.
II
Embriagada
está de luces
derramada
en copas
se sirve
en tragos
en manos
blanquecinas del murmullo
baila en
la multitud, y suelta pétalos que rellenan su pecho.
La
sujetan espaldas desconocidas
cuerpos
que a lo oscuro le desean
y el
vientre le tiembla como mariposa en llamas
y ahoga
los gemidos
esos
labios que beben de su sangre.
Escribe
sobre cuerpos depilados
que
germinan en la orilla y florecen por la lluvia.
Perpetuidad
está
ascendiendo
palpitante
deja raíces
en la
fuente de vinos
inclina
las costillas lamidas
la carne
ha desaparecido.
Del libro Paisaje expreso y
otros poemas (2015)
Línea de retorno
Dios,
otórgame largos y sanos días
y que,
al morir, mi cuerpo aún hermoso en la inercia
lo
entierren desnudo
sin
caja, sin flores, sin insignias ni epitafios
vertical
para despegar al fondo y subir a la torre
que
desde mi cabeza crezca un árbol
y
dejen el cabello suelto, tal raíz
sin
amuletos ni maquillaje
solo
con la luz de los ojos presentes
y la
oración del hijo que me llame…
Esta palabra
¿Qué destino tendrán
estas palabras
a qué labios y oídos
tocarán
a quiénes llegarán sin
reparo
como el nacimiento del
primogénito
o el himen recién rasgado
como la luz hecha polvo
o la primera palabra
pronunciada por un hijo?
¿Qué caminos recorrerán
qué manos, qué lectores
a cuáles y cuántos
penetrarán sin quererlo
en esquirlas y fragmentos
de sueños y desnudeces?
¿Harán ecos, viajarán
resonarán sin cesar en
los recuerdos
en el transcurso de las
épocas,
de los seres y sus
sociedades?
¿Harán ondas y buscarán
hasta encontrar el pleno
refugio
de un corazón que las
acoja,
se acomodarán en los
ojos,
invadirán al cuerpo
elegido
escarbando profundo en la
sangre?
¿Qué lugar tendrán,
cómo y quiénes la
traducirán a otras lenguas,
serán destino de guerras
o amores,
a cuáles confines de la
Tierra
alcanzarán, velarán,
conquistarán,
fundarán a otras palabras
en su lugar?
Estas palabras sellarán
al tiempo
tomarán vida propia, se
esparcirán
buscarán en otras bocas
su alimento!
Del libro Línea de retorno (2018)
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Reina
Lissette Ramírez (República
Dominicana, 6 de enero, 1983)
Poeta,
educadora y actriz. Premio Miguel Alfonseca con el libro de poesía Círculo Diurno, Octava Feria Internacional
del Libro, Santo Domingo, (2006); obtuvo premios regionales con los textos
poéticos Enmendar la memoria (2006)
y Día de las delicias (2012),
también coeditó su obra poética, Sorbos
de Café (2013). Su obra, Paisaje
Expreso y otros poemas, es selección de la XI Feria Regional del Libro,
Tenares (2015). A través de sus
textos realiza una performance, con trabajos como La poeta (2009); Collage
Natura (2010); Is-leña (2011). Maestra
de letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Recinto San Fco.
De Macorís, de la que es egresada de la carrera Educación, mención Filosofía y
Letras. Sus textos han sido publicados, digital y físicamente, en antologías,
revistas literarias y suplementos culturales. Su última obra poética, Línea de retorno, es selección de la
convocatoria de la 14a Feria Regional del Libro y la Cultura, Cotuí
(2018).
Obra Poética:
Círculo Diurno (Ediciones
Ferilibro, Santo Domingo, 2006).
Enmendar la Memoria (Talleres
Gráficos Papiros, San Francisco de Macorís, 2006).
Día de las Delicias (Talleres
Gráficos Papiros, San Francisco de Macorís, 2012).
Sorbos de Café (Talleres
Gráficos Papiros, San Francisco de Macorís, 2013).
Paisaje expreso y otros poemas (Ediciones
Rumbo Norte, Santo Domingo, 2015).
Línea de retorno (Colección Feria, Editora Nacional, Santo
Domingo, 2018).
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